Gallagher y el coronavirus (COVID-19)

• Ministerio de Salud
• Organización Mundial de la Salud "OMS"
• Autoridades locales de salud.

La recomendación principal de la OMS para el público general incluye protocolos de higiene y prácticas de manipulación de alimentos, las cuales mencionaremos a continuación:

• Lávese las manos constantemente usando jabones a base de alcohol y agua;
• Al estornudar o toser, cubra su nariz y boca con la parte interior de su brazo flexionado o con un pañuelo desechable el cual debe descartarlo inmediatamente, y proceda inmediatamente a lavarse las manos;
• Evite un contacto cercano con personas que tengan fiebre o tos;
• Debe evitar el consumo de proteína animal cruda. Carne cruda, leche y órganos de origen animal deben ser manipulados con cuidado para evitar casos de contaminación cruzada;
• Si se siente enfermo o incluso tiene algún síntoma que pudiese estar asociado a una gripa común, evite el contacto con cualquier persona;
• Si sospecha que pudo haber estado en contacto con una persona que presenta fiebre y tos seca, o efectivamente lo estuvo, aíslese inmediatamente y monitoree los síntomas que pueda presentar. Revise las indicaciones de las autoridades de salud locales, con respecto a los pasos a seguir.

Si bien es cierto habrá limitaciones en la disponibilidad de algunas coberturas, usted debiera revisar las siguientes pólizas con su corredor de seguros:

• Riesgos Laborales
• Responsabilidad Civil General
• Directores y Administradores
• Responsabilidad Civil Profesional
• Daños
• Lucro Cesante
• Accidentes en Viajes
• Contaminación

Una compensación por parte de la póliza de riesgos laborales terminará en una discusión sobre si la enfermedad es considerada como ocupacional o no. Para que ésta sea considerada como ocupacional, la enfermedad debe haberse presentado en el desarrollo de las funciones laborales y a causa de condiciones específicas del cargo; por ejemplo, personal de atención médica que en el desarrollo de sus labores se contagió de coronavirus, o personal de transporte, que en el desarrollo de sus funciones transportó pacientes contagiados, o si su lugar de trabajo está en riesgo de exposición. De otra manera, una enfermedad que afecte al público no estaría catalogada como ocupacional y por ende no sería objeto de reclamación.

Las pólizas de responsabilidad civil general tienen por objeto cubrir daños ocasionados a terceros, siempre que éstos se produzcan debido a la culpa o negligencia del asegurado. Una responsabilidad por esos daños a terceros relacionada con el coronavirus o cualquier otra enfermedad surgirá principalmente derivada de una falla en la protección hacia terceros y sus bienes, en términos de una exposición a una infección.

Otros escenarios de reclamación pueden surgir basados en el tipo de negocio o frente a un temor de contaminación que pueda tornarse problemático aun cuando no haya habido un daño como tal.

Muchas pólizas de responsabilidad civil tienen una exclusión relacionada con contaminación por fuga, liberación o propagación de “contaminantes o irritantes” de cualquier tipo. Es necesario hacer una revisión minuciosa de los clausulados de las pólizas para determinar si las exclusiones aplican.

Adicionalmente, pólizas de responsabilidad civil tipo sombrilla o de exceso tendrán una exclusión adicional de contaminación y podrán tener una exclusión de enfermedades contagiosas.

De la manera en que la industria responda a las primeras reclamaciones, se marcará seguramente un precedente que el resto de aseguradoras probablemente seguirán.

Las pólizas de contaminación (o endosos de cobertura) pueden tener oportunidades de pago relacionadas con procesos de limpieza por contaminación derivada de un virus.

Las pólizas estándar de daños requieren que haya una pérdida o daño físico del bien objeto del seguro por medio de un riesgo asegurado, para así activar la cobertura. La contaminación de un bien en las instalaciones del asegurado puede constituir una pérdida física o un daño material. Sin embargo, algunas exclusiones de las pólizas con respecto a organismos patógenos, virus, y enfermedades pueden restringir o excluir la cobertura.

Muchas pólizas tradicionales de daños pueden excluir la contaminación como un todo, especialmente aquellas suscritas para un asegurado sin exposición aparente a pérdidas por contaminación durante el desarrollo normal de su negocio.

Una cobertura limitada para enfermedades contagiosas puede ofrecerse como parte de la póliza de daños. Esta cobertura estará seguramente sub limitada y acotada dentro del marco objeto de ésta. Los costos de limpieza, remoción y desecho del bien contaminado podrían estar cubiertos. Es poco probable que una extensión del lucro cesante aplique a instalaciones que no son propiedad u operadas por el asegurado.

La afectación de la póliza de directores y administradores debe ser evaluada caso a caso en la medida en que se monitorea la amenaza del coronavirus. Muchas compañías han hecho salvedad sobre cómo el coronavirus ha causado disrupciones en producción, manejo de personal y niveles de ventas. En la medida en que son más evidentes los efectos económicos de la pandemia, las partes interesadas pueden alegar falta de preparación e incluso una respuesta negligente a la emergencia afectando el desarrollo financiero y el patrimonio de la empresa.

La responsabilidad civil patronal puede afectarse al tener empleados en cuarentena o que no puedan trabajar y busquen ausentarse del trabajo. Usted debe buscar asesoría local laboral para el desarrollo y comunicación de políticas que acomoden a los empleados en ubicaciones remotas

Podemos comenzar a ver reclamos de directores y administradores relacionados con coronavirus, específicamente acciones de grupo por parte de accionistas las cuales llevan a una caída en el precio de la acción alegando una mala administración. Regularmente las pólizas de directores y administradores pueden tener limitaciones sobre coberturas por enfermedad y lesiones, las cuales pueden ser más generales en las exclusiones.

Para que se active la cobertura de Lucro Cesante, debe darse una pérdida física o un daño, generalmente en las instalaciones del asegurado. Algunas pólizas de daños pueden abordarlo desde la imposibilidad de acceso, sin embargo están sujetas a las exclusiones por organismos patógenos, virus, y enfermedades causantes de agentes.

Las pólizas tradicionales de daños no responderán ante reclamos resultantes de una relentización o cierre debido a la extensión de una pandemia.

Instituciones que tienen contacto físico con sus electores deben seguir protocolos obligatorios y rigurosos relacionados con la higiene establecidos por profesionales de la salud. El entrenamiento de personal con respecto a dichos protocolos desde una óptica pragmática guiada por expertos de la salud puede ser de gran ayuda en este momento. Un plan de continuidad del negocio sólido es su mejor ruta a seguir. Riesgos a terceros asociados con el virus estarán seguramente relacionados con una incapacidad para ejercer un protocolo adecuado de salud, una exposición involuntaria o deliberada a una infección proveniente de un empleado enfermo, el no reportar o aislar empleados o electores enfermos, y el no seguir las instrucciones de la autoridad civil, podrían crear una responsabilidad.

Algunos países han impartido medidas preventivas para viajeros y necesitan una autorización médica para ingresar. Otros países están implementando incluso otras medidas como cuarentenas, o cierre de fronteras.

Desde principios de febrero, las aseguradoras y sus suscriptores no están incluyendo el coronavirus como un riesgo cubierto que pueda desencadenar reclamos por evacuación, cancelación o interrupción.

Incluso las pólizas de cancelación por “cualquier circunstancia” disponibles en el mercado han excluido el coronavirus de sus posibles riesgos que activarían la cobertura. Estas pólizas solo cubrirán al viajero que se contagie como tal con el virus. Es por tanto que es importantísimo que usted converse sobre esto con su equipo de administración de riesgos para determinar una amenaza potencial antes de que usted o sus empleados efectivamente decidan viajar.

Si usted sospecha que un empleado ha contraído el virus COVID- 19 debe pedirle que salga inmediatamente de las instalaciones y siga los protocolos establecidos por las autoridades de salud ante dichas sospechas. Así mismo, debe contactar a las autoridades de salud para informar lo sucedido y recibir guía y apoyo con respecto a acciones puntuales que deba llevar a cabo para desinfectar correctamente sus oficinas, enviar a cuarentena preventiva a empleados que puedan igualmente haberse contagiado, e implementar su plan de respuesta en momentos de crisis.

Con el fin de minimizar cualquier interrupción, identifique los elementos fundamentales de su cadena de suministro, revise los acuerdos con aquellos miembros de la cadena que pudieran verse afectados por el virus y comuníquese con ellos para conocer su situación. Esto podría incluir la contratación externa y los acuerdos recíprocos con competidores que podrían estar buscando soluciones similares para las interrupciones. Trabaje con sus socios de la cadena de suministro para asegurarse de tener un plan alternativo por si ocurriera un fallo en la cadena.

Su plan de continuidad debe incluir las medidas que tomará en el caso de que sus empleados enfermen o se vean afectados, así como también las modificaciones qué hará para los empleados que no se sientan seguros trabajando en un espacio compartido o cuya vida familiar puede verse alterada si se cierran las escuelas o las guarderías. También debe incluir un plan para abordar a cualquier empleado que esté en riesgo de infección mientras viaja en áreas en cuarentena. Identifique a las personas, los procesos y las tecnologías fundamentales que tienen el mayor impacto negativo en su negocio y formule estrategias de recuperación para minimizar cualquier interrupción. Esto podría incluir la contratación externa, la adopción de opciones de teletrabajo más flexibles o el desarrollo de alternativas de transporte para sus empleados si el transporte público no está disponible.

Es recomendable que vigile atentamente su seguridad cibernética y sus medidas de protección de la tecnología, ya que los hackers podrían aprovechar la pandemia como una oportunidad para atacar. Recuérdeles a sus empleados que estén pendientes del "clickbait" (cebo de clics) en los mensajes de correo electrónico provenientes de fuentes no reconocibles, sean diligentes cuando descarguen información sobre el virus y nunca den información personal en línea en las redes sociales o en mensajes de texto o por correo electrónico. Además, asegúrese de que sus empleados cuenten con medidas de seguridad y protecciones adecuadas si trabajan a distancia.